Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 1919-1977) es considerado uno de los mayores guionistas de la historieta argentina, con una trayectoria extensa y prolífica. Sus primeras historias se publicaron en los años 50, en colaboraciones con varios dibujantes entre las que destacan los trabajos realizados junto a Hugo Pratt, con el que realizó
Sargento Kirk (1953-1957),
Ticonderoga (1957-58) y
Ernie Pike (1957-59), y Francisco Solano López, con quien realizó su obra más conocida,
El Eternauta (1957-1959). Con Alberto Breccia formó una de las colaboraciones entre guionista y dibujante más destacadas de la historia del cómic universal, de la que surgieron trabajos como
Sherlock Time (1958-1959),
Mort Cinder (1962-1964),
Richard Long (1965),
Vida del Che (1969) y una nueva versión de
El Eternauta (El Eternauta 1969). Como editor fue responsable de la creación de la editorial Frontera, que dio vida a la mítica revista Hora Cero. En 1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas durante la dictadura militar argentina de Videla, siendo uno de los muchos «desaparecidos».
Alberto Breccia (Montevideo, 1919 - Buenos Aires, 1993) inició su carrera a los 19 años. En 1946 empezó a dibujar
Vito Nervio en la revista infantil
Patoruzito, serie de historietas con la que adquirió notoriedad. En 1958 comenzó su colaboración con H. G. Oesterheld en la serie
Sherlock Time, publicado originariamente en once episodios semanales en la revista
Hora Cero. Del mismo tándem salieron obras tan importantes para la trayectoria de ambos como
Mort Cinder,
Vida del Che o
El Eternauta 1969. En 1973, junto al guionista Norberto Buscaglia, adaptó
Los mitos de Cthulhu, de H. P. Lovecraft. Durante su carrera también se encargó de adaptar obras de Borges, García Márquez, Onetti, Edgar Allan Poe y Horacio Quiroga, entre otros. Asimismo, colaboró con Carlos Trillo, quien firmó los guiones de
Un tal Daneri (1974-1978),
Nadie (1977),
El viajero de Gris (1978-1980) y
Buscavidas (1981). Las últimas grandes obras de Alberto Breccia fueron
Drácula, Dracul, ¿Vlad?, ¡Bah...! (1984) así como
Perramus (1983), con guiones de Juan Sasturain, e
Informe sobre ciegos (1991), una personal adaptación de
Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato.