Cada vez m s, hay gente que pide oraciones de liberaci n y sanaci n. Eso est bien. En la mayor a de los casos, esto demuestra su profunda fe en Jesucristo y en su Iglesia, y tambi n revela una profunda sensibilidad espiritual. No obstante, con frecuencia, se puede observar que entre algunas de estas personas hay una mentalidad cuasi m gica que impulsa esta petici n. Algo as como: "Padre, ay deme a librarme de esto que me molesta, para poder seguir con mi vida sin ning n tipo de conversi n real". De hecho, muchas de stas personas se quejan de perturbaciones diab licas y se sorprenden cuando el sacerdote los rega a por ir a las bot nicas a que les hagan una "limpia", o porque alg n "vidente" les dijo que ten an que comprar alg n aceite y hacer algunos ritos. Uno podr a pensar que un cat lico o un cristiano puede ver la contradicci n de ir a la bot nica el s bado, y a la iglesia el domingo. Sin embargo, desgraciadamente, esto es algo que ocurre frecuentemente. Las oraciones que se ofrecen en este libro no son m gicas. Las palabras no significan nada si no hay una fe sincera en Jesucristo, detr s de ellas, y un verdadero deseo de entregarse a s mismo al Coraz n de Cristo. Cristo es un liberador y sanador Eso es cierto, como Dios l es todopoderoso. Sin embargo, vemos en la Sagrada Escritura que su divino poder est limitado por la falta de fe (Mateo 13:58). Adem s, algunos demonios s lo son expulsados mediante la oraci n y el ayuno (Marcos 9:29). En otras palabras, la fe y la conversi n dan vida a estas oraciones. Las oraciones que se ofrecen en este libro tienen como fin dar gloria a Dios por medio de una vida coherente con su voluntad. Aqu se encuentran oraciones de liberaci n, sanci n, plegaria, y un suplemento al final de libro de unas oraciones diarias y devociones tradicionales.