Un túnel sin luces directo hacia el desengaño. Esta perturbadora novela, donde se exponen distintas técnicas de manipulación y cómo combatirlas, golpea la manera de relacionarnos, de hacer política y de ver la vida. Para ello se vale del humor negro, la sátira y la irreverencia. A través de la mirada de su protagonista, Ismael Figuera, el ser humano es una entidad corrosiva sin nada bueno que ofrecer. Los párrafos tienen el ambiente de una selva de cemento, aquí todos tienen algo que ocultar, los impulsa el interés y el deseo de ejercer el poder sobre los más débiles. Manipúlame, con un lenguaje sencillo y franco, solo tiene un objetivo, manipularte desde principio a fin sin que te des cuenta.