En el siglo XVIII suscitó fascinación en las cortes europeas, donde se le llamaba el Hombre prodigio de Europa. Sus habilidades como alquimista recibieron los elogios de Luis XV, quien le dotó con un laboratorio y una residencia en el castillo real de Chambord. Creó sociedades secretas y fue una figura prominente entre los rosacruces, los masones y los caballeros templarios de su tiempo. Voltaire le describió como "el hombre que nunca muere y que todo lo sabe". El conde de Saint Germain aparece citado en las cartas de Federico el Grande, Voltaire, Horace Walpole y Casanova, así como en la prensa de la época. Saint Germain: alquimista, diplomático y maestro de la libertad te revela el papel fundamental que el maestro ha desempeñado en diversos ámbitos a lo largo de la historia y que desempeña actualmente como patrocinador de la era de Acuario. Además, participarás de sus inestimables secretos alquímicos para la transformación personal.